(03/04/2019) Desde la entrada en servicio del Metro de Sevilla, el 2 de abril de 2009, la evolución de la demanda de viajeros ha mantenido un crecimiento sostenido en el transcurso de los diez años, incorporando tres millones de viajeros nuevos entre 2010, que fue el primer ejercicio anual completo, y el pasado 2018.

A excepción del primer año de funcionamiento, en el que realizó una explotación comercial parcial, y del ejercicio 2010, el metropolitano sevillano ha cumplido con las estimaciones de demanda que se proyectaron, superándolas incluso en los últimos ejercicios. De hecho, en 2018 transportó a casi 17 millones de viajeros, el récord histórico del Metro de Sevilla, que supone un crecimiento del 5,65 por ciento en relación con el año anterior.

En lo que respecta al nivel de ocupación de los trenes —Metro de Sevilla cuenta con una flota total de veintiuna unidades— en los días laborables se registra una tasa de ocupación de casi el 73 por ciento, porcentaje que en los viernes y vísperas de festivos se sitúa en el 64,11, y en sábados, domingos y festivos oscila entre el 47,7 y el 40,58 por ciento.

Reducción de emisiones

Otra de las principales contribuciones de la línea 1 es su huella ambiental, ya que el trasvase de desplazamientos en coche a favor del uso del metropolitano ha supuesto dejar de emitir a la atmósfera 46.619,21 toneladas de dióxido de carbono durante estos diez ejercicios.

Desde 2015, la cantidad de emisiones de CO₂ que se evitan se ha multiplicado por tres, ya que, junto al incremento de la demanda de viajeros, desde esa fecha se recurre a un suministro energético que procede al 100 por cien de fuentes renovables. Además, en términos de racionalización del consumo energético, las mejoras de eficiencia introducidas por Metro de Sevilla en esta materia han contribuido a una disminución paulatina del consumo energético que requiere su explotación comercial desde 2013.