Cookie Consent by FreePrivacyPolicy.com Barcelona-Mataró: de seis trenes diarios por sentido en 1848, a los 106 actuales

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La primera línea de la Península Ibérica muestra cómo el ferrocarril puede asumir grandes incrementos de demanda sin ampliar la infraestructura

El pasado 28 de octubre se cumplieron 168 años de la entrada en servicio de la línea ferroviaria de la Península Ibérica, entre Barcelona y Mataró, un trayecto que ahora pertenece a la R1 de Cercanías de Barcelona y que ha pasado de los seis trenes diarios por sentido en 1848, a los actuales 106 trenes diarios por sentido en día laborable, sin incrementar la ocupación de suelo.


(03/11/2016) En estos 168 años de historia, el tren ha tenido que hacer frente a la competencia de los diferentes modos de transporte que han ido surgiendo y, sin embargo, la vieja línea Barcelona – Mataró se ha mantenido completamente actual, pasando de los seis trenes diarios por sentido en 1848, a los actuales 106 trenes diarios por sentido en día laborable, sin incrementar la ocupación de suelo.

Esta línea pionera es una muestra más de cómo el ferrocarril puede asumir grandes incrementos de demanda sin ocupar más espacio, gracias a la ampliación de la longitud de los trenes y a las mejoras tecnológicas de señalización y material móvil. Además, existen otros ejemplos de espectaculares incrementos de capacidad sin necesidad de ampliar infraestructura, como son las líneas 1, 3, 4 y 5 del metro de Barcelona o el Metro del Vallés –antes Tren de Sarriá- entre Barcelona y Sant Cugat.

La capacidad actual de la línea R1 entre Hospitalet de Llobregat y Mataró es de 4.100 asientos y 10.400 plazas totales en hora punta por sentido, un 30 por ciento superior a la autopista C-32 que rara vez opera con fluidez. Además, el tren ocupa sólo una tercera parte del suelo que necesita dicha infraestructura viaria.

 

Evolución de los servicios

Pese a tener prácticamente el doble de paradas intermedias, el tren actual es casi el doble de rápido que en el siglo XIX. El servicio comercial se inició con seis trenes diarios por sentido con tracción vapor que empleaban una hora en cubrir un trayecto de veintiocho kilómetros entre la antigua estación de Barcelona Término -anexa a la posterior estación de Francia- y la actual estación de Mataró, con cinco paradas intermedias en Badalona, Montgat, el Masnou, Premiá de Mar y Vilassar de Mar.

Actualmente, un tren tarda 35 minutos en cubrir el trayecto entre Mataró y Barcelona (El Clot-Aragó), también de veintiocho kilómetros, pero realizando nueve paradas intermedias: Sant Adriá de Besós, Badalona, Montgat, Montgat Nord, Ocata, el Masnou, Premiá de Mar, Vilassar de Mar y Cabrera de Mar.

El planteamiento del servicio original da idea de los importantes cambios que ha sufrido la explotación y cómo se ha popularizado la línea. El servicio Barcelona – Mataró se estrenó con precios de 12, 9 y 6 reales para 1ª, 2ª y 3ª clase, respectivamente. También existían tarifas especiales para perros, facturación de equipajes -medido en arrobas- y control de accesos, que cerraban a la hora de salida del tren.

En cuanto a la infraestructura, dos de los hitos más importantes de su historia fueron su electrificación, culminada en 1948 con motivo del centenario, y la reforma ferroviaria de las Olimpiadas, que cambió el final de la línea de la histórica estación Término hasta Hospitalet, pasando por los túneles de Barcelona y sus importantes intercambiadores: el Clot-Aragó, Arc de Triomf, Plaça Catalunya, Sants y Hospitalet.

Hoy en día, la línea R1 es la que registra mayor demanda del núcleo de Cercanías de Cataluña, con 93.700 usuarios en día laborable. Actualmente, se está instalando el sistema de gestión del tráfico ferroviario ERTMS para mejorar la capacidad y fiabilidad de la línea, especialmente a su paso por el túnel de Plaça Catalunya que junto, al de Recoletos en Madrid, son los más frecuentados de la red gestionada por Adif.