(23/11/2015) Ha sido preciso un año de trabajos para que esta línea, que con 51 kilómetros de vía única, une las estribaciones pirenaicas con la costa vascofrancesa, pueda volver a operar con normalidad. Es una línea que tiene entre sus viajeros más característicos los peregrinos jacobeos que inicia la ruta a Santiago de Compostela en la última localidad francesa antes de afrontar el “camino francés” por Roncesvalles.

Es una línea apta en general para desarrollar velocidades de 70 km/h, pero que dado el estado de las vías tenía largos tramos limitados a 40 km/h. Las rampas características eran del 8 por milen la parte baja y del 12 en el tramo final.

Si bien estas obras corresponden a un plan de modernización de estos ramales pirenaicos de 2010. la primera parte de los trabajos se ciñó al tramo de 17,4 kilómetros entre las estaciones de Bayona y Cambó Les Bains. Este tramo se realizó hace ahora cinco años y se invirtieron  18,5 millones de euros en nuevos carriles soldados sobre traviesa de hormigón.

La segunda etapa abarcaba los 32,6 kilómetros de ruta entre Cambo y Saint Jean. Estas obras se iniciaron en diciembre de 2014, pero lo cierto es que los tráficos se habían suspendido desde julio de ese mismo año porque unos deslizamientos de ladera por una crecida del río Nive habían inutilizado las vías y obligaron a prestar los servicios en autobús.  

Mapa de la línea. En verde el ramal cerrado a Saint Etienne	Una rama TER cruzado el paraje del Pas de Rolland

En los trabajos que ahora han concluido se han invertido 44 millones de euros, coste repartido a partes iguales entre el gobierno central, la región  de Aquitania y SNCF Reseau.  Dada la dificultad para trasvase de fondos, fue el gobierno regional el que fue adelantando los costes abonando íntegramente una partida de 14,4 millones de euros.  Desde mañana se circulaan cuatro trenes por sentido, que invierten en torno a una hora en su recorrido

Un par de ramas TER inaugurando el tramo hacia Saint Jean Pied de Port. Foto Andde Irosbehere