Historia de la Tracción Vapor en España, tomo V. Desde hace apenas unas semanas, los lectores pueden disfrutar de un nuevo volumen de la impresionante obra de Gustavo Reder y Fernando Fernández Sanz sobre la tracción vapor en las líneas españolas de vía ancha. Si en los tomos anteriores se han tratado de forma individualizada las cuatro grandes compañías privadas: MZA, Norte, Andaluces y Oeste, así como, en el quinto volumen, el parque motor de las restantes concesionarias de ferrocarriles de ancho español, en el tomo que acaba de aparecer se analizan todos los precedentes que desembocaron en el paso de todas estas sociedades al sector público, con la creación de Renfe en 1941.
|
|
El ferrocarril de Santander a Bilbao. Con motivo de una charla impartida en la nueva biblioteca de Santander, el autor del blog recuerda mediante fotografías este interesante ferrocarril que, en 1892 parecía que se iba a construir en vía ancha y por la costa, para cambiar el panorama radicalmente en tan solo cuatro años, cuando se puso en servicio por el interior y en vía métrica.
|
|
Los tranvías de Valencia: del motor de sangre al eléctrico. La electrificación de los tranvías valencianos se inició el 22 de marzo de 1898, tras la constitución en Lyon (Francia) de la Compañía General de los Tranvías Eléctricos de Valencia. Esta sociedad adquirió de inmediato todas las concesiones que explotaba la Compañía General de Tranvías, es decir, las líneas interurbanas al Grao, Torrent y Pobla de Farnals, así como las urbanas de "Interior" y "Ensanche". Los primeros tranvías eléctricos circularon entre la plaza de Tetuán y el Grao a partir del 24 de marzo de 1900.
|
|
"La ciutat de Barcelona i el ferrocarril". Bajo ese título, Manuel Álvarez Fernández, en colaboración de Joan Alberich González, ofrece un interesante bosquejo de la evolución de la red ferroviaria de la Ciudad Condal, desde los inicios de este medio de transporte en 1848, con la inauguración del primer ferrocarril peninsular a Mataró, hasta las últimas transformaciones experimentadas tras los Juegos Olímpicos de 1992 y la llegada de la alta velocidad ferroviaria a la capital catalana.
|
|
|